Aquella en la que se utilizan
distintas herramientas para motivar a los alumnos. El uso mismo del medio es lo
que realmente provoca la motivación. Cuanto más atractiva sea la forma de
presentar el contenido, más sensación causaremos en los alumnos.
Por ejemplo, el hecho de
presentar el contenido ayudándonos algún recurso didáctico: vídeo, prensa,
fotografía, etc., como medio para reforzar las explicaciones capta de por sí la
atención del alumno.
Aquella en la que se recurre a
medios que facilitan el encuentro del alumno con la realidad, la presentan,
organizan, la connotan afectivamente, etc.
Por ejemplo, el empleo de medios
como la fotografía, diapositivas, vídeo, puede acercar al estudiante a
realidades inaccesibles, o que simplemente no están a nuestro alcance en esos
momentos, tales como: obras de arte, pieza de un motor, demostraciones del
funcionamiento de un aparato, etc.
Aquella en la que los medios
empleados cumplen la función de facilitar y organizar las acciones formativas.
Un ejemplo de esta función lo
encontramos en los programas de enseñanza asistida por ordenador, donde el
programa actúa de guía metodológica, adaptándose al nivel y necesidades de los
alumnos.
Aquella en la que generalmente se
tiende a identificar la introducción de medios didácticos en la formación con
la existencia de renovaciones en esa entidad. Aunque en ocasiones puede
tratarse sólo de un cambio superficial y no de una verdadera innovación.
Por ejemplo, se piensa que la
incorporación al aula de muchos recursos didácticos aumentará la calidad
de enseñanza, sin embargo, si sólo se produce una integración física de los
medios al aula, o no se utilizan bien, es evidente que el proceso de enseñanza
no sufrirá ningún cambio.
Aquella en la que el empleo de
medios determinados ayuda a los estudiantes a desarrollar el pensamiento,
expresar sus sentimientos, emociones, etc. Así mismo, se les atribuye la
cualidad de facilitar a los alumnos el aprendizaje actitudes y valores,
dependiendo siempre de las características del propio medio y del uso que de él
se haga.
El cine, puede servirnos como
ejemplo de la función formativa global de los medios, sus características lo hace
un recurso apropiado para que los espectadores asimilen actitudes, valores,
aprendan normas, exterioricen sentimientos, etc.
Las grabaciones en vídeo también
pueden ser un medio para expresar ideas, emociones, etc. Además, tras su
posterior análisis se puede estudiar las conductas y ver cuáles deben
permanecer y cuáles no.
Esta facilita el acceso a la
formación a un mayor número de personas, (por ejemplo, un vídeo didáctico de
amplia difusión, programas de enseñanza asistida por ordenador, enciclopedias
en CD-Rom, etc.). La mayoría de los recursos presentes en esta función son de
tipo electrónico y aparecen desarrollados a lo largo del trabajo.
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